La procesión más solemne de Cáceres tiene lugar en pleno casco histórico. El olor de la antorcha quemándose con el incienso del gran incensario. La mirada dolorosa del Cristo Negro se confunde con la oscuridad de la noche. El Santo Crucifijo de la Santa Iglesia Concatedral de Santa María, avanza entre saetas, llantos, miradas y con el sonido del tambor destemplado y la esquila cuaresmal.
Fotografías de: Santago Julián, Juan Avís
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